El objetivo del tratamiento es reducir los síntomas de la alergia. Para ello se debe evitar siempre que se pueda todo lo que causa los síntomas desencadenantes o provocadores del malestar. En caso de necesitar ayuda terapéutica, consultar siempre con el médico sobre el tratamiento más indicado y como utilizar los fármacos. Hay distintas soluciones:
- Lavados nasales; con soluciones de agua marina, alivian las molestias de la congestión nasal, además de ayudar a limpiar las mucosidades.
- Descongestionantes nasales; son muy útiles en el control de la obtrucción y rinorrea. El alivio es inmediato.
- Corticosteroides nasales; controlan especialmente la obstrucción nasal.
- Antihistamínicos orales; mejoran los estornudos, la secreción y la congestión nasal.
- Anthistamínicos nasales; actúan casi de inmediato, dado que su aplicación es local.
- La vacuna; la inmunoterapia especifica consiste en ir administrando al paciente, poco a poco, cantidades crecientes de aquello que le produce la rinitis. Esta indicada en los niños con rinitis alérgica y en casos severos de rinitis y asma.
En caso de que los síntomas se presenten de forma aguda será necesario un tratamiento de rescate a base de Antihistamínicos o Corticoides.
Para evitar la aparición de rinitis alérgica o disminuir la intensidad de los síntomas, se debe conducir con la ventanilla del coche subida, evitar en lo posible la visita a parques y jardines en la época de polinización y utilizar acondicionadores de aire con filtro antipolen.
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| Este cuadro nos muestra diferencias entre un catarroy una rinitis alérgica. |
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