martes, 2 de abril de 2013

PROBLEMAS DE SUEÑO EN LOS NIÑOS

   Los periodos de descanso y sueño en el niño son muy importantes, ya que contribuyen al crecimiento físico e intelectual y, sin embargo, algunos datos recientes revelan que un 30% de los niños españoles presentan alteraciones en su descanso. Además, también se ha demostrado que la falta de sueño está muy ligada con el desarrollo de sobrepeso y obesidad infantil.

  Las características del sueño varían según la etapa del niño, así hasta alrededor de los seis meses no aparece el ciclo sueño-vigilia cada 24 horas. Es importante la labor pedagógica de los padres de enseñar al niño a acostarse en su cama y a dormirse solo, en lugar de acostumbrarle a acostarse ya dormido. Se ha estudiado que las principales causas del insomnio provienen de horarios inadecuados y malos hábitos, tales como el excesivo uso de la televisión, videojuegos o del consumo de bebidas excitantes. La falta de descanso puede provocar somnolencia durante el día, así como alteraciones en el comportamiento y aprendizaje del niño, llevando a situaciones de bajo rendimiento escolar y conflictos.

   La prevención y la educación son los principales aspectos para evitar estos problemas. Ante las preguntas de los padres en la farmacia, debemos siempre recomendar la planificación de los horarios del niño fijando una hora límite para acostarse, calculando ocho o nueve horas de sueño, y procurando crear un ambiente tranquilo en el entorno de su habitación.
    Existen algunos preparados que pueden ayudar en situaciones puntuales de excitación o nerviosismo. A base de plantas medicinales se usan jarabes con extractos de melisa, tila o lavanda como inductores del sueño y que favorecen la relajación, así como la vitamina B6 y el magnesio que suavizan la agitación nerviosa. Otra alternativa muy adecuada para la población infantil son los medicamentos homeopáticos por su inocuidad y facilidad en la toma.
   El sueño es parte fundamental en nuestra vida y como tal debemos transmitir al niño desde su más tierna infancia los hábitos adecuados, y estar siempre pendientes de cualquier alteración.

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