Los factores que intervienen en la regulación del peso corporal son varios, aunque algunos de ellos son muy conocidos, por ejemplo la cantidad de energía que aporta la alimentación (calorías), el colesterol y los triglicéridos, otros se conocen menos, pero son igualmente fundamentales, como el nivel de glucosa en la sangre (glucemia) y su oscilación durante la jornada.
La glucemia está regulada por la hormona insulina, que es producida y segregada por el páncreas como respuesta a la absorción de carbohidratos con la alimentación: cuando la glucemia aumenta mucho y rápidamente, la secreción de insulina se incrementa, lo que produce una repentina reducción de la concentración de glucosa en la sangre, con la consiguiente acumulación de grasas en los depósitos adiposos y la reaparición de una precoz sensación de hambre.
Por esto es fundamental mantener bajo control el nivel de glucemia y evitar los correspondientes picos de insulina.
. permite utilizar correctamente los carbohidratos
. favorece la sensación de saciedad y el control del hambre
. favorece la reducción del peso corporal, de la masa grasa y de la circunferencia umbilical
. coadyuva a la correcta funcionalidad del hígado
. disminuye la somnolencia postprandial (que tiene lugar después de una comida).
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