Con la llegada de la estación invernal nuestro organismo, y en particular nuestras vías respiratorias, son amenazadas por bacterias y virus, provocando estados de constipación (resfriados) y estados gripales de origen viral, acompañado de fiebre y decaimiento general obligándonos al reposo forzado. Una característica de la gripe son sus síntomas: tos, fiebre, dolor de cabeza, inflamación de las vías respiratorias altas, dolor en las articulaciones y debilitamiento o malestar general.
La Echinacea es una de las plantas más conocidas por su acción inmunoestimulante, cabe destacar las tres variantes más comunes y más usadas en fitoterapia: Equinacea Angustifolia, Equinacea Purpúrea, Equinacea Pallida.
Acciones de la Echinacea
- Acción inmunoestimulante: si nuestro sistema
inmunológico funcionara siempre al 100% de su capacidad, existiría la
posibilidad de no enfermar nunca, pero en realidad otros factores como
el frío, el agotamiento, el estrés, la mala alimentación pueden
debilitarlo y esta circunstancia hará posible que ciertas bacterias y
virus se desarrollen y proliferen en nuestro organismo causando la
enfermedad.
La Equinacea posee la capacidad de reforzar todo el sistema inmunológico.
La importancia de este fortalecimiento radica en una mayor resistencia a todos los agentes externos que nos agredan como: virus, bacterias, sustancias toxicas y diferentes bacilos.
Cuando las bacterias invaden nuestro organismo, las células encargadas de la defensa, los macrófagos, se activan para devorar y destruir dichas bacterias. - Acción antiséptica y antiinflamatoria: aumenta la
resistencia a la piel contra el ataque de bacterias, virus y hongos
gracias a la inhibición de una enzima llamada hialuromidasa.
La acción antiinflamatoria de la Equinacea viene referida desde 1950, donde se ponen de manifiesto sus excelentes resultados en la cura de pacientes afectados de artritis crónica.
En 1957 se demuestra que el extracto de Equinacea reduce aproximadamente un 22% la inflamación articular, comparable al efecto de la cortisona, como se sabe la cortisona tiene varios efectos colaterales entre ellos debilita el sistema inmunitario. No provoca, como otros antiinflamatorios, acidez estomacal. - Acción cicatrizante: la Echinacea favorece la
proliferación de fibroblastos (células de la piel que contribuyen a su
rápida cicatrización) Ayudan a restaurar los márgenes de la herida
abierta.
Protección el colágeno de la acción de los radicales libres y del oxigeno, actuando como un potente antioxidante.
La combinación de las dos Echinaceas, Purpúrea y Angustifolia, presenta además una acción sinérgica muy eficaz en el tratamiento por vía externa de úlceras, forúnculos, infecciones cutáneas y sabañones, reconstituyendo el tejido lesionado.
Diferentes verificaciones a nivel experimental han confirmado que el consumo de la Equinacea impide la propagación de diversos tipos de infección, como por ejemplo, resfriados, gripes e infecciones a nivel cutáneo.
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