sábado, 16 de febrero de 2013

HIPOACUSIAS POR EL CRIBADO NEONATAL

    Detectar a tiempo una hipoacusia es vital para que el niño tenga un normal desarrollo y pueda llegar a evitarse una sordomudez. Afortunadamente, en España todas las CCAA sin excepción incluyen una prueba de detección como parte de sus programas contra la sordera, aunque con diferencias en cuanto al grado de cumplimiento y aplicación del programa.
    Se calcula que cada año nacen en España más de 2.000 niños con algún tipo de sordera de distinto grado, segúndatos facilitados por FIAPAS (Confederación Española de Familias de Personas Sordas), manifestándose el 80% de ellas en el momento del nacimiento, por lo que su diagnóstico de forma temprana hará posible que el bebé pueda tener un normal desarrollo del lenguaje. En el 50% de los casos los síntomas no son fácilmente apreciables, motivo por el cual se suele retrasar el diagnóstico. Sin embargo, la rápida detección de este tipo de trastornos es vital para poder aplicar el tratamiento más adecuado y que el bebé pueda tener un normal desarrollo. Si el problema se detecta durante el primer mes de vida del bebé, antes de los 6 meses se puede iniciar el tratamiento audioprotésico y logopédico más adecuado en cada caso. 
    Durante la infancia algunos de los principales síntomas que pueden alertar a los padres que su hijo padece algún trastorno auditivo son que no desarrolle el lenguaje al mismo ritmo que otros niños, que no responda
a estímulos sonoros, o la falta de atención y/o concentración. Es importante saber que en la infancia
también pueden aparecer pérdidas de audición temporales, debido a la existencia de cerumen o como consecuencia de una otitis media, una infección que debe tratarse rápida y adecuadamente. Ante las primeras molestias en los oídos es importante acudir a un especialista que haga un diagnostico e indique un posible tratamiento.
   También existen diversos factores de riesgoque pueden incrementar las probabilidades de que el niño
desarrolle una pérdida de audición, como por ejemplo, un historial familiar con casos de hipoacusia
infantil permanente, alteraciones durante el embarazo, ingesta de determinados medicamentos en el embarazo o infecciones intrauterinas, padecer enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo o que el bebé presente algún síndrome que conlleve una afectación de la capacidad auditiva.
(REVISTA CONSEJOS)

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