DETENCIÓN DE LA DIABETES

CLAVES PARA SU CONTROL
La diabetes mellitus constituye uno de los más importantes problemas de saluden la actualidad.
 Metabolismo de la glucosa 
La diabetes mellitus comprende a un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por la presencia de hiperglucemia (aumento de la concentración de glucosa en sangre) como consecuencia de un defecto en la secreción de la insulina, en su acción o por ambos motivos.
Los síntomas más representativos de la diabetes son:
- Aumento del apetito, sed y de la cantidad de orina.
- Pérdida de peso.
- Picores, retraso en la cicatrización y piel reseca.
- Visión borrosa.
- Cansancio y fatiga.
Estos síntomas son muy pronunciados en quien padece diabetes del tipo 1. Sin embargo, en la diabetes del tipo 2 son muy leves o inexistentes, de ahí que la patología pase desapercibida, y suela ser diagnosticada en una analítica rutinaria.
La diabetes se puede clasificar en tres tipos dependiendo de la causa que la produce:
Diabetes tipo 1: predomina una deficiencia absoluta en la producción de insulina. Es más frecuente que aparezca en la infancia o adolescencia.
Diabetes tipo 2: existe una resistencia periférica a la insulina, combinada con una respuesta compensatoria del páncreas, pero insuficiente en la secreción de insulina, con cierta predisposición genética. Su comienzo en ensidioso a partir de los 35 años.
Diabetes gestacional: cierto grado de intolerancia a la glucosa que se inicia o se descubre en el embarazo asociándose a complicaciones obstétricas de mayor riesgo. Su estudio debe continuar después del parto, ya que a veces puede evolucionar en diabetes tipo 2.
Pruebas que la delatan:
. Glucemia.
. Hemorglobina glicosilada: orienta sobre cómo han estado los niveles de glucosa en sangre en los dos o tres meses anteriores.
. Microalbúmina en orina: para predecir pequeñas lesiones renales.
. Colesterol total, sus fracciones HDL y LDL, y tiglicéridos: acompañados de la medida de la tensión arterial, ayudan a valorar el riesgo cardiovascular.
Es aconsejable:
-Seguir un plan de alimentación, con un horario regular.
- Realizar ejercicio, físico.
- Evitar fumar.
- Realizar una adecuada higiene en la piel.