jueves, 31 de enero de 2013

CUIDA LA PIEL DE TU BEBÉ

EL CUIDADO DE SU PIEL

La piel del recién nacido es fina y frágil, está expuesta a muchas agresiones (babas, regurgitaciones de leche orina...) y, en consecuencia, es propensa a sufrir irritaciones. El exceso de humedad le afecta tanto como la sequedad. Por ello, el baño no debería durar más de diez minutos y es importantísimo secarle muy bien a la salida. Si aparecen descamaciones conviene añadir aceite hidratante al agua de la bañera. Además, es aconsejable lavar toda su ropa antes del primer uso con jabón neutro y sin suavizante, pues puede producir alergias.
El mejor momento
Lo ideal es aplicar la crema tras el baño, con el niño desnudo y relajado. Los cuidados de la cara se dejarán para el final, ya vestido.
El pecho
Antes de untarle la crema, echa un poco en tus manos y frótalas entre sí para que la loción esté caliente. Aplicala sobre el pecho dibujando círculos.
Escoceduras en el área del pañal
Si tiene el culete irritado, no hay que esperar. La acidez de la orina puede agravar el problema. Cada vez que le cambies, échale un antiséptico y pomada.
Atención a los pliegues; tras el baño, es importante secar e hidratar todos los pliegues, como las corvas. La humedad macera la piel.
Cara: las manchas de leche, babas... se quitan con un algodón empapado en agua (no recurras a toallitas pues resecan la piel). Luego échale una cream específica para el rostro.
Orejas: detrás del lóbulo suelen acumularse restos de leche, lo que puede causarle irritación. Para evitarlo límpiale a diario con una gasa mojada en suero y sécale muy bien.
Costra láctea: las escamas que aparecen en el cuero cabelludo se eliminan, a base de mucha paciencia, frotando suavemente con vaselina pura o con crema.

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