Una hipoglucemia es una situación que ocurre cuando la glucemia o nivel de glucosa en sangre está por debajo de 70 mg/dl. Esta circunstancia se observa con mayor frecuencia en diabéticos que en no diabéticos y, es un problema que no debe tomarse a la ligera.
El organismo necesita glucosa; si no la obtiene, la toma a partir de las reservas del organismo. Pero el cerebro necesita de forma constante de glucosa. Por ello es imprescindible que la glucemia se mantenga constante en el organismo dentro de unos niveles concretos. Si está demasiado bajo se puede llegar hasta tener convulsiones.
Se puede producir cuando no se tiene en cuenta que tiene que haber un equilibrio entre la comida (ingesta de glucosa), el tratamiento (regulador del metabolismo de glucosa) y el ejercicio (en donde se utiliza la glucosa de forma importante).
Cuando este equilibrio se rompe, por ejemplo, cuando realizas más ejercicio del habitual, manteniendo invariable la alimentación y el tratamiento, se observa fácilmente un episodio hipoglucémico.
Si no es muy bajo el nivel de glucosa en sangre notarás hambre, mareo, nerviosismo, cansancio, sudor,
adormecimiento en labios y boca; pero si es más importante, podrás observar dolor de cabeza, visión borrosa, taquicardia, mala coordinación. En casos graves, pueden aparecer desmayos, convulsiones e incluso, la muerte.
Si te encuentras con un caso de hipoglucemia, toma 3 terrones de azúcar (15 g) o medio
vaso de zumo o una cucharada sopera de miel. Espera 15 minutos y mida tu glucemia. Si aún está baja, repite lo anterior. Además, acude a tu médico cuanto antes.
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