Consejos para una ducha perfecta:
- Utiliza productos adaptados al tipo de piel, que sean hipoalergénicos, suaves y que no agredan.
- La temperatura del agua adecuada, templada. Lo idóneo es que ronde los 28º-30º C.
- El tiempo recomendable para la ducha diaria debe situarse en unos 10 minutos. (Si lo alargas más la piel sufre más pérdida de protección)
- Secarse con toallas de rizo sin frotar excesivamente la piel, para no eliminar la barrera protectora cutánea. (Mejor secarse con pequeños toques)
- Hidratar bien la piel después de secarse, siempre, para reponer la capa protectora de la piel.
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