4 buenos hábitos para cuidar bien de tu piel bajo el sol.
Para evitar que el sol dañe tu salud, protege tu piel antes de cualquier exposición al sol.
1- Evita la exposición al sol durante las horas de más intensidad.
Aplica la protección 20 minutos antes de la exposición al sol, en cantidad suficiente.
2- No expongas a los niños menores de 3 años directamente a la luz solar.
Si la exposición es inevitable, la ropa es la mejor manera para protegerle. Después del baño, seca al niño con una toalla y vuelve a aplicarle la protección solar diseñada para niños, resistente al agua y a la arena y visible durante su aplicación.
3- Protégete con ropa, un sombrero y con gafas de sol con filtros UV.
No toda la ropa proporciona el mismo grado de protección: su efectividad depende de la naturaleza del tejido. Los fabricantes han desarrollado ropa específica anti-UV usando diferentes técnicas: fibras de tejido muy ajustadas o tejidos tratados con filtros solares. La protección disminuye con la humedad.
4- Aplica una cantidad suficiente de producto.
"Dos capas son mejor que una." No te olvides de las orejas, la nuca y los pies.
Repite la aplicación cada dos horas o después de cada baño o si se ha transpirado en exceso (incluso si te has aplicado una fórmula resistente al agua). Hay un amplio rango de texturas (crema, fluido, gel, leche corporal, stick, spray) que se adecúa a las necesidades y preferencias de todo el mundo. Incluso se ha demostrado que los usuarios son más propensos a volver a aplicarse el producto cuando les gusta la textura que tiene, cosa que favorece su efectividad.
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