CINCO CLAVES PARA PREVENIR EL DOLOR DE ESPALDA

Los dolores lumbares son tan frecuentes que se han convertido en la segunda causa de baja laboral, después de los traumatismos.

 Podemos destacar que las claves para previnir el dolor de espalda son:

1- Dormir boca arriba o de lado; las personas pasan de 6 a 8 horas al día tumbadas, un tiempo en el que la columna descansa sin soportar el peso del cuerpo.
Si hay molestia aguda o lesión lumbar, se debe dormir boca arriba y con una almohada debajo de las rodillas flexionadas. Dormir boca abajo no es recomendable, salvo indicación médica.

2- Entrenar los abdominales mediante ejercicios; hacer ejercicio ayuda a desarrollar el tono muscular y es la mejor prevención para evitar dolor de espalda o molestias en el cuerpo. El pilates, el yoga o la natación ayudan a conseguirlo.

3- Un buen colchón y una buena almohada; el colchón y la almohada son claves en la salud de la espalda y deben adaptarse sin problema a las curvas naturales de la columna. En adaptarse a una almohada nueva puede llevarnos unos catorce días y cuando se trata de colchón, apueste por uno suave y flexible: se adapta con más facilidad y permite que la sangre circule mejor y que sea más difícil adoptar una posición incómoda.

4- Evitar el estrés y la preocupación; el nivel de estrés influye mucho en el estado de ánimo de una persona, pero también en la salud de su espalda.

5- Vigilar las posturas diariarias; las causas más comunes de los problemas lumbares nacen en el entorno laboral. Por un lado, hay trabajos que requieren un sobreesfuerzo físico y movimientos repetitivos y otros que se llevan a cabo en entornos de oficina.

En las oficinas, el motivo principal de los dolores de espalda es la forma inadecuada de sentarse; de hecho, la mayoría de la gente se acomoda en el borde de la silla.

En el caso de las mujeres, los tacones pueden provocar molestias de espalda. Al llevarlos, el eje de gravedad postural se desplaza hacia adelante y los discos lumbares quedan forzados y a veces dañados.

IMPERFECCIONES EN LA ADOLESCENCIA (CÓMO PREVENIRLAS)

           Las imperfecciones son frecuentes durante la pubertad, más del 76% de los adolescentes presentan algún tipo de problema en la piel entre los 11 y los 18 años. De hecho, durante este periodo de la vida, las secreciones hormonales, en especial de andrógenos (hormonas masculinas), están en su nivel más alto, dado que son las encargadas de desencadenar la pubertad, pero también provocan un aumento de la secreción de las glándulas sebáceas. Otros factores tales como el estrés, el cansancio y la contaminación también estimulan esta sobreproducción, lo cual tiende a generar micro-inflamaciones que provocan imperfecciones.

                CONSEJOS PRÁCTICOS:

 - Una buena higiene de la piel resulta imprescindible durante este periodo de la vida, para poder evitar cualquier irritación excesiva de las glándulas sebáceas, en especial por parte de los micro-organismos.
-  Hay que evitar agredir la piel, que reacciona mediante un aumento de la secreción de sebo. Es necesario eliminar las impurezas y el sebo, cada mañana y cada noche, mediante una limpieza suave que respete el pH de la piel.
- Consultar a un dermatólogo si las imperfecciones resulten demasiado significativas.

AFEITADO SIN IRRITACIONES NI INCOMODIDADES.

         
         La piel de los hombres se agrede a diario con la utilización continua de la maquinilla de afeitar. Con cada pasada, el pelo presenta una cierta resistencia que da lugar a microtraumatismos.     Se altera la epidermis, lo cual puede suponer una puerta de entrada para los microbios. Además, con demasiada frecuencia, las fórmulas clásicas de espumas y jabones para el afeitado tienen un pH demasiado básico y tienden a descomponer los lípidos que constituyen la película hidrolipídica protectora. Sin protección alguna, la piel se deshidrata, lo cual acentúa la sensación de incomodidad y tirantez. 
CONSEJOS PRÁCTICOS:

      - Evite agredir su piel con los jabones o geles limpiadores que sean demasiado agresivos. 
      - Humedezca la barba con agua caliente para facilitar el afeitado.
      - Elija una espuma de afeitar sin jabón con un pH neutro, para limitar el deterioro de la película hidrolipídica.
      - Después del afeitado, aplíquese un cuidado hidratante con el objetivo de reducir la deshidratación y calmar la piel.