1. No hay nada mejor que usar el aceite de oliva en todo tipo de platos. Es uno de los tesoros más nutritivos y saludables de la dieta mediterránea que da un toque único de sabor a nuestros platos.
2. Cuanos más alimentos vegetales mejor. La fruta, las verduras, las legumbres y los frutos secos están llenos de vitaminas, minerales y fibra, que son muy importantes para nuestra salud.
3. Cada día hay que comer pan y otros cereales como el arroz y la pasta. Gracias a ellos, tenemos una gran parte de la energía que necesitamos para todo el día. Prueba los integrales, tienen más fibra, vitaminas y menerales.
4. Hay que comer los alimentos frescos, típicos de tu región siempre que puedas. Así distrutaremos de las frutas y verduras en su mejor momento, con más sabor, vitaminas y minerales.
5. Es importante tomar productos lácteos cada día, sobre todo el queso y la leche, por su proteína, minerales (calcio) y vitaminas, para tener unos huesos fuertes y crecer sanos.
6. Come carne como parte de platos de verduras y cereales, como los gisos y estofados. La carne tiene proteínas y hierro, pero tiene grasas menos saludables, y por eso es mejor comer pequeñas cantidades y como parte de platos. Los embutidos en cantidades pequeñas, como en bocadillos, y de vez en cuado.
7. Al menos dos veces a la semana come pescado. Nos aporta grasas muy saludables que nos ayudan a tener el corazón sano. Una buena opción a la carne y el pescado son los huevos, un alimento riquísimo en proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Come entre 3 y 4 a la semana.
8. Tu postre más frecuente debería ser la fruta, para acabar las comidas con color y lleno de vitaminas y minerales. Es mejor dejar los dulces y pasteles para solo de vez en cuando, y para ocasiones especiales.
9. La bebida más sana y refrescante es el agua, importantísimo para nuestro cuerpo. Cada día debemos beber de 6 a 8 vasos.
10. Hacer ejercicio todos los días es tan importante como comer bien, además de ser divertido. Tenemos que estar activos para estar sanos.
